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domingo, 1 de mayo de 2011

Mes de María

Contemplar a Cristo junto a María

Para iniciar el Mes de María, quiero compartir esta reflexión inspirada en la Encíclica “Ecclesia de Eucharistia” de S.S. Juan Pablo II
“Contemplar el rostro de Cristo, y contemplarlo con María, es el «programa» que he indicado a la Iglesia en el alba del tercer milenio, invitándola a remar mar adentro en las aguas de la historia con el entusiasmo de la nueva evangelización.” (Eccl. Eucharistia 6)
El Papa Juan Pablo II inserta “Ecclesia de Eucharistia” en un tiempo en que la Iglesia hace un esfuerzo por romper con el mal tan arraigado en nosotros de ser “activistas de la fe”, es decir, ser solidarios con el fin de excusarnos de hacer una pausa para Cristo, lo cual nos abre un tentador camino hacia el “hacer por hacer” en desmedro del “ser”.
En este tercer milenio es necesario dar razón de nuestra fe y encontrarle un sentido verdaderamente cristiano a la solidaridad y al amor hacia el prójimo, especialmente al que vive los sufrimientos del abandono, la falta de afectos, el maltrato, etc. Aquí el Papa nos presenta a María en la lógica del don de sí, don aún más supremo que cualquiera que se pueda conseguir con cosas materiales, don del cual es cumbre la Eucaristía.
María ha reunido a los Apóstoles en oración a la llegada de Pentecostés, y es Ella quien hoy nos convoca a hacer un encuentro íntimo y personal con Jesucristo. Ella nos muestra con su vida que el camino para contemplar a Jesús es a través del don sincero de si. En este contexto se inserta la Eucaristía, la cual exige una cultura de este don, y a la vez nos ayuda a realizarlo.
Cristo alcanza el máximo don de sí en su Pasión, en la Cruz; y María lo alcanza en Cristo, llevada por su fidelidad, fe, obediencia, humildad y confianza en la voluntad de Divina.
Todos estos son motivos por los cuales podremos Contemplar a Cristo junto a María… por eso la invitación para este mes, es reflexionar en torno a las Virtudes de nuestra Madre, Virtudes que nos ayudarán a alcanzar el camino de la santidad en la vida cotidiana.

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