"Ventana abierta"
DEDICADO A MI MARIDO.
Renovamos las promesas del Matrimonio en nuestro 25 Aniversario de Bodas tal día como hoy, pero que los cumplimos en 1997, y que hoy recojo en mi blog en este 8 de diciembre de 2010, después de 15 años más de vida conyugal.
Hoy ya cumplimos 38 años de feliz matrimonio.
¡Ya llegó el Gran Día!
¡25 Aniversario de Bodas!
¡Renovamos las Promesas del Matrimonio!
¡Buenos Días Señor!
Quiso la Divina Providencia, que nos conociéramos un día.
Aun como amigos, ya pudimos presentir el amor que después nos profesaríamos.
Ambos estábamos sintiendo que la vida nos daba la oportunidad definitiva de conocernos y querernos.
Después de unos meses, los ojos se me iluminaron tanto que no podía esconder que estuviera enamorada.
Se multiplicaron las risas cómplices y las caricias que nos auguraban un futuro juntos.
Entonces no imaginaba las privaciones que íbamos a sufrir por mi enfermedad; sobre todo tú, Manolo, mi querido y adorado esposo, que aunque ésta no resulta ser de gravedad, sí que es de mucho padecer e invalidante.
Y es ahí donde comienza la verdadera historia de amor.
Entonces sin nosotros saberlo, la vida te revelaba el por qué de tu encuentro.
Durante todos estos años - que en 1997 cumplimos 25 años de casados + 7 de novios, habiéndonos conocido cuando éramos prácticamente unos niños, 16 años tú, 15 yo- se encendieron los resortes de la entrega, del amor constante, de las idas y venidas visitando médicos y hospitales.
La entrega y el amor jugaron la partida haciéndole frente al sufrimiento.
Y nosotros seguíamos queriéndonos, susurrando palabras de amor y complicidad, quedando todo el amor derramado en la entrega desinteresada, la confianza plena, el cariño...
Y a mí se me quedan los ojos clavados en esos tus ojos llenos de amor que aún brillan de ilusión.
Paso la cuenta de este rosario, sin saber si viene a mi mente un misterio gozoso o doloroso.
Gracias, marido, por todos estos años de ofrecimiento de tu persona, y por tu amor demostrado en todas las facetas y circunstancias de nuestra vida en común.
Gracias por darme tres hijas maravillosas, y permita DIOS que disfrutemos de todos los nietecitos que ÉL tenga a bien concedernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario