Los cinco minutos del Espíritu Santo. Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 3 de Noviembre. Lunes, 3 - Noviembre - 2025

"Ventana abierta"

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández

El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.

“Ven Espíritu Santo. Tu mirada luminosa todo lo penetra, con paciencia e inmensa compasión. Mis infidelidades no destruyen tu amor, que siempre vuelve a buscarme, para que mi vida espiritual pueda crecer feliz en tu presencia.
Quisiera que todas mis acciones te agraden, que mi vida ya no se aparte de tu santo proyecto para mí, que todo lo que haga refleje tu luz, tu alegría y tu amor. 
Pero tú conoces mi debilidad. Por eso te ruego una vez más que me toques con tu poder divino. Sin tu auxilio nada puedo. Ven Espíritu Santo.
No dejes que me dominen las malas inclinaciones. Triunfa en mí, Espíritu Santo. Triunfa con la generosidad, con la alegría, con la pureza, con el perdón. Triunfa con la bondad, con la paz, con el servicio. Triunfa con la esperanza, el fervor, los buenos deseos. 
Ven Espíritu Santo, para que no me vuelvan a arrastrar las viejas costumbres, para que no me dominen otra vez las malas inclinaciones, los rencores, la melancolía.
Ven Espíritu Santo, para que todo en mí sea luminoso.
Amén".

Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 3 de Noviembre

"Ven, Espíritu Santo, llena mi corazón con tu luz. Tú que me miras con paciencia y compasión infinitas, regresa una y otra vez para fortalecerme y guiarme hacia una vida plena en tu presencia. Quiero que cada acción mía refleje tu bondad, tu paz y tu amor. Deseo vivir en tu santo proyecto, permaneciendo siempre en tu amor.

Tú sabes que soy débil, que sin tu auxilio nada puedo. Por eso, te ruego una vez más que me llenes con tu poder divino y triunfes en mi vida. Que mis pasos no se desvíen, que mi corazón no ceda a las malas inclinaciones. Ven, Espíritu Santo, para que en mí broten la generosidad, la alegría, el perdón y el servicio. Haz que mi alma se llene de esperanza, fervor y buenos deseos.

Te pido que las viejas costumbres y las sombras de mi vida pasada no vuelvan a dominarme, que los rencores y la melancolía no nublen mi espíritu. Ven y transforma cada parte de mi ser en un reflejo luminoso de tu amor.

Amén".

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