"Ventana abierta"
Oración de Comunión Espiritual
La oración del fariseo y el publicano
Nos acercamos al altar, es el momento de la Comunión. A través de "Seguir la Senda", hacemos la oración que nace humilde y sencilla del corazón, a Jesús Eucaristía.
"Señor, enséñame la oración que te agrada.
¡Oh, Dios, ten compasión de este pecador.
¡Oh, Dios, ten compasión de este pecador.
Señor, no soy digno.
Sabes muy bien cómo soy, a veces tan miserable y despreciable, pero confío en tu ternura, en tu amor y en tu perdón que no tiene límite.
Por eso acoges y salvas a todo el que recurre a tu misericordia, Juez justo que aceptas las súplicas de todos, que escuchas al huérfano y a la viuda, cuya oración atraviesa las nubes y llega hasta ti que estás cerca del atribulado.
Ten misericordia de mí que sigo en la carrera, que intento conservar la fe, que guardo la manifestación de tu amor.
Yo te grito, Señor, escucha mi voz y líbrame de mis angustias. Ten compasión de mí.
¡Bendito seas por siempre!".
Por eso acoges y salvas a todo el que recurre a tu misericordia, Juez justo que aceptas las súplicas de todos, que escuchas al huérfano y a la viuda, cuya oración atraviesa las nubes y llega hasta ti que estás cerca del atribulado.
Ten misericordia de mí que sigo en la carrera, que intento conservar la fe, que guardo la manifestación de tu amor.
Yo te grito, Señor, escucha mi voz y líbrame de mis angustias. Ten compasión de mí.
¡Bendito seas por siempre!".




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