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martes, 30 de septiembre de 2025

Los cinco minutos del Espíritu Santo

"Ventana abierta"

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández

El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.



Recordemos que "donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad" (2 Corintios 3,17).

Nosotros creemos que somos libres cuando estamos solos, cuando nadie nos molesta, cuando podemos hacer lo que queremos, cuando nos dejamos llevar por nuestras inclinaciones naturales. Una persona que se entrega al alcohol o a la droga se engaña creyendo que es más libre que los que no lo hacen. Pero los demás pueden ver cómo esa persona cada vez está más limitada, cada vez está más dependiente del alcohol y de la droga, cada vez es menos libre para elegir otras cosas, hasta que le resulta imposible vivir sin el vicio. ¿Quién puede ser tan ingenuo como para llamarle libertad a eso?

La libertad es un don que Dios nos da para que vayamos haciendo un camino positivo en la vida, un camino que nos lleve a la felicidad. En ese camino el Espíritu Santo nos va sanando y nos va liberando de las cosas que nos esclavizan, y así cada vez somos más libres: nada se nos hace indispensable, nada se nos hace absoluto, somos realmente libres para elegir porque nada nos domina. Esa es la libertad del Espíritu. Pero en realidad, cuando San Pablo nos habla de la libertad del Espíritu Santo, quiere decir que no nos sentimos obligados a ser buenos y santos, sino que lo hacemos porque estamos inclinados a eso desde lo más profundo de nuestra libertad; vivimos bien porque así lo elegimos con toda libertad. Nadie podrá decirnos que estamos obligados a amar a Dios. El amor es libre o no es amor, porque es imposible obligar a alguien a amar. Esa es la maravillosa libertad del Espíritu Santo.

Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 29 de septiembre


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Nosotros buscamos al Espíritu Santo, no solamente para vivir bien, sino también para santificarnos, para llegar a lo más alto de la vida espiritual. Ofrezcámonos al Espíritu Santo, hagamos una profunda consagración de nuestras vidas, para que él nos trasforme completamente. Expresemos este deseo con las palabras de Dom Vandeur:

"Espíritu Santo, amor unitivo del Padre y del Hijo, 
fuego sagrado que Jesucristo nuestro Señor trajo a la tierra, 
para quemarnos a todos en la llama del eterno amor. 
Te adoro, te bendigo, y aspiro con toda el alma a darte gloria. 
Con este fin, te hago esta ofrenda con todo mi ser, 
cuerpo y alma, espíritu, corazón, voluntad, 
fuerzas físicas y espirituales.
Me doy a ti y me entrego tan plenamente 
como le sea posible a tu gracia, 
a las acciones divinas y misericordiosas 
de ese amor que eres tú, en la unidad del Padre y del Hijo.
Llama ardiente e infinita de la Santísima Trinidad, 
deposita en mi alma la chispa de tu amor, 
para que la llene hasta desbordar de ti mismo;
para que transformada por la acción de tu fuego en caridad viva, 
pueda, con mi sacrificio, irradiar luz y calor 
a todos los que se me acerquen.
Amén."

 

Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 30 de septiembre

"
Espíritu Santo, hoy me ofrezco completamente a Ti. Quiero consagrar mi vida, mis pensamientos, y mis acciones a tu obra transformadora. Eres el fuego sagrado que Jesús trajo a la tierra para purificarnos y llenarnos de tu amor eterno. Te entrego mi cuerpo, mi alma, mi corazón y mi voluntad, para que seas Tú quien los guíe y moldee según tu voluntad.

Deposita en mi interior la chispa de tu amor, Espíritu Santo, para que mi vida sea un reflejo de tu presencia. Que, al ser transformado por tu gracia, pueda irradiar luz y calor a todos los que me rodean. Hazme un instrumento de tu caridad, y permíteme vivir en santidad, buscando siempre glorificarte con cada paso que doy.

Llena mi corazón de ese amor unitivo que proviene del Padre y del Hijo, y que me lleve a entregarme por completo a tu obra, siendo una llama viva que ilumine y consuele a los que más lo necesitan.

Amén." 

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