"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El Espíritu Santo nos invita permanentemente a la conversión. Porque la conversión no es sólo un gran cambio que sucedió alguna vez en el pasado, cuando decidimos seguir a Jesucristo. La conversión es cosa de todos los días. Nuestra mentalidad y nuestro corazón deben ser cambiados permanentemente.
Cuando nos descuidamos, se nos mete adentro algún criterio equivocado, o volvemos a optar por el egoísmo, o perdemos un poco de la alegría o de la generosidad que teníamos. Entonces, hay que volver a convertirse, hay que volver a escuchar el Evangelio y dejarse interpelar por el Espíritu.
La conversión también es una especie de “ablandamiento”, o de “descongelamiento”. Porque cuando nos descuidamos, el corazón se nos pone duro y frío. Cuando no sanamos a tiempo las malas experiencias que tenemos cada día, nuestros rencores, tristezas, sentimientos de culpa y desilusiones, endurecen el corazón como una piedra, o lo enfrían y lo convierten en un pedazo de hielo, duro y frío por el dolor o por el miedo. Optamos una vez más por la comodidad y por el aislamiento; los demás dejan de ser nuestros hermanos y se convierten en enemigos o en competidores.
Entonces hay que rogarle al Espíritu Santo que venga como fuego ardiente para ablandar de nuevo el corazón endurecido, para derretir ese hielo y convertirlo en un arroyo alegre, feliz y compasivo.
Quizás en este preciso momento tengas que convertirte, renunciar a un mal
sentimiento que te está enfriando, y rogarle al Espíritu Santo que vuelva a
“ablandar” tu corazón.
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 25 de junio
"Espíritu Santo, ven hoy a mi vida como fuego ardiente. Quema todo egoísmo, disuelve el hielo de mis rencores y despierta de nuevo la alegría que viene de servir y amar. No dejes que mi corazón se acostumbre al frío ni a la dureza.
Hazme sensible a tu voz en las pequeñas cosas de cada día. Dame un oído atento para oír el Evangelio y un corazón blando para aceptar los cambios que me pides. Que cada instante sea una oportunidad para renovarme en tu amor y para elegir la generosidad sobre la comodidad.
Espíritu de Vida, ablanda mi interior y conviértelo en un arroyo de compasión. Que pueda irradiar tu calor a quienes me rodean y caminar siempre en el gozo de una conversión continua.
Amén".
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
No hay comentarios:
Publicar un comentario