Los cinco minutos del Espíritu Santo. Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 2 de junio. Lunes, 2 - Junio - 2025

"Ventana abierta"

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández

El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.

"Espíritu Santo, una vez más te pido la gracia de liberarme, Señor. Derrama en mi un profundo deseo de perdonar, de vivir en paz con todos y de comprender profundamente las agresiones y desprecios de algunas personas. Ayúdame a descubrir sus sufrimientos y debilidades más hondas para poder mirarlos con ternura y no juzgarlos por lo que me han hecho. Limpia mi interior, Espíritu Santo, de todo resto de resentimiento y de malos recuerdos. Mi seguridad está en tu amor y en tu fuerza que me abraza. No permitas que me debilite con faltas de perdón.
Arranca de mi interior todo deseo de hacerles daño y de pagarles con la misma moneda. Es posible reaccionar con el perdón y elevarse por encima de los resentimientos.
Elévame, Espíritu Santo, para que yo no necesite hacerlos sufrir de alguna manera para sentirme bien.
Derrama en mi interior tu compasión, para que pueda recordarlos sin rencor y sin angustia.
Son hijos de Dios, Jesús los salvó con su sangre, son mis hermanos, están llamados a la vida eterna, y tú, Espíritu Santo, vives en ellos. Dame la gracia de perdonarlos sinceramente.
Libérame, Espíritu Santo, para que pueda respirar feliz y caminar por la vida sin ataduras interiores.
Amén".

Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 2 de junio

"Espíritu Santo, hoy me presento ante Ti con el corazón abierto. Tú conoces mi historia, mis heridas y esos recuerdos que todavía pesan. Derrama sobre mí tu amor sanador y ayúdame a perdonar de verdad, con todo el corazón, como lo hizo Jesús. Enséñame a mirar a quienes me hirieron con misericordia, como hermanos necesitados de tu luz.

No quiero seguir atado al resentimiento ni cargando con emociones que me roban la paz. Límpiame por dentro, consuélame con tu ternura, y regálame la libertad que viene del perdón sincero. Que tu presencia me fortalezca, para que no me quede encerrado en lo que me hicieron, sino que camine firme hacia la vida plena que Tú me prometes.

Espíritu Santo, dame un corazón nuevo, capaz de amar incluso en el dolor, y ayúdame a recordar sin angustia, sabiendo que en Ti todo se puede sanar.

Amén".

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