"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Ven Espíritu Santo. Libérame,
para que no alimente la impaciencia y el desprecio hacia otras personas.
Toma mi mirada para que pueda mirar a los demás como Jesús, con inmensa
paciencia.
Contemplo a Jesús, tan comprensivo con los pecadores, tan paciente y
compasivo con las debilidades de sus discípulos, tan cercano a todos.
Quiero aprender de Jesús, paciente y humilde, para encontrar descanso y
alivio en mis impaciencias.
Bendigo a todas las personas que me molestan, que me desagradan, que me
cansan, que me perturban, que me interrumpen.
Las bendigo para que sean cada día más bellas y santas, para que reflejen
tu amor y tu hermosura.
Pasa tu mano por sus vidas para que sean felices.
Ven Espíritu Santo a mi vida, penetra en mi interior, acaríciame con tu
divina calma.
Cura las heridas de mi intimidad que me llevan a rechazar a los demás.
Sana la raíz de mi intolerancia, de mis malas reacciones, y regálame el
don de la paciencia.
Amén".
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 27 de mayo
"Espíritu Santo, medicina de mi alma impaciente, ven hoy a mi encuentro. Tú sabes cuántas veces me cuesta soportar a los demás, aceptar sus diferencias o tener compasión de sus errores. Te necesito para no caer en el juicio, la crítica o el fastidio.
Ven y calma mi interior. Enséñame a bendecir a quienes me resultan difíciles, a rezar por quienes me desagradan, a mirar con misericordia como lo hizo Jesús. No quiero seguir reaccionando con dureza o rechazo.
Sana esa herida secreta que me hace impaciente e intolerante. Toca con tu mano de amor mis raíces más profundas y riega en mi alma el don de la paciencia. Que yo pueda abrazar con paz la fragilidad de los otros, y ver en cada uno a un hijo tuyo, digno de ternura y comprensión.
Amén".
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