Los cinco minutos del Espíritu Santo. Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 26 de mayo. Lunes, 26 - mAYO - 2025

"Ventana abierta"

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández

El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.

"Cura nuestras heridas."

¡Cuántas heridas llevamos dentro! Grandes o pequeñas, viejas o recientes, esas heridas están allí adentro, por los recuerdos dolorosos, por las experiencias traumáticas de nuestro pasado, por nuestros fracasos, por nuestros errores, por el amor que nos negaron, por lo que no pudo ser.
Quizá con nuestra mente le quitamos importancia a esas cosas, pero nuestra afectividad sigue sufriendo por esas heridas.
El Espíritu Santo puede entrar en nuestro interior y es capaz de sanar esas heridas. Mostrémosle lo que nos duele, digámosle lo que sentimos, e imaginemos que se derrama como bálsamo que cura y cicatriza, que pasa como caricia suave que cierra las heridas con cuidado y con ternura. Él te lo está diciendo: "Yo, yo soy el que te consuela" (lsaías 51, 2). "Las colinas se moverán, pero mi amor no se apartará de tu lado" (lsaías 54,10). "Yo mismo apacentaré mis ovejas... Curaré a la herida y reconfortaré a la enferma" (Ezequiel 34,15.16).

Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 26 de mayo

"Espíritu Santo, médico del alma, ven a tocar mis heridas más profundas. Algunas laten en silencio desde hace mucho tiempo, otras duelen como si fueran nuevas. Son heridas por lo que viví, por lo que perdí, por lo que nunca fue, por las palabras que me faltaron, por los abrazos que no llegaron.

Tú puedes llegar hasta lo más hondo de mi ser, donde ni yo me atrevo a entrar. Ven, Espíritu de consuelo, y pasa por mi historia con tu ternura. Báñame con tu bálsamo de amor, acaricia con tu luz esos recuerdos que todavía me hacen temblar, y sana con tu paz todo lo que sigue lastimando.

Yo te abro mi corazón. Te muestro mis llagas sin esconder nada. No quiero seguir cargando culpas ni rencores, ni seguir escapando del dolor. Sólo quiero que me abraces, que me consueles, que me sanes.

Hazme nuevo, Espíritu Santo, como un campo que florece después de la lluvia. Que mi alma herida sea testigo de tu amor sanador.

Amén".

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén