Páginas

domingo, 30 de marzo de 2025

Homilía: HIJO PRÓDIGO. Ciclo C. Domingo, 30 - Marzo - 2025

 "Ventana abierta"

P. Leonardo Molina García. S.J.
HIJO PRÓDIGO

Ciclo C

Esta mañana en la eucaristía, una vez más, hemos leído la parábola del hijo pródigo (Lucas 15, 11-32)

Es impresionante. Nunca acaba uno de oírla sin emocionarse y aprender. Todos los autores y los santos coinciden en que es la parábola síntesis de todo el evangelio, de toda la Buena Noticia de Jesús y que responde a preguntas fundamentales

1.    ¿Cómo es Dios? Esa gran incógnita desconcertante que de vez en cuando se acerca y otras se aleja. Ese alguien (o algo) maravilloso o terrible. Eso que nos atrae o nos escandaliza. Oculto o presente. Vengativo en las malas experiencias que vivimos ahora o en el pasado de  la vida o que “pasa” olímpicamente de nosotros y nuestros problemas, Y no digamos los del mundo… para echarse a llorar. O este “alguien” nos da argumentos para ser ateos consecuentes. Pero… sigue siendo algo irresistible, irremediablemente presente.

2.    ¿Tenemos remedio? Nuestra experiencia es que somos hijo pródigo: inconsecuentes a veces, desagradecidos, adoradores del “yo” y mis  intereses. Fríos, calculadores, sólo nos interesan mis cosas, no pensamos en  “derechos” de los demás… ¿Para qué seguir? Y es que deteniéndose en esa emblemática figura presentada por Jesús, nos vemos reflejados como individuos, como ciudadanos, como cristianos…Y si nos fijamos en la personas del hijo mayor…es para echarse a llorar… Fríos, calculadores, envidiosos, ciegos encerrados en el yo bajo apariencias de justicia…Ahí también nos  vemos retratados…siempre  tu, deja a los demás tranquilos y métete en tu vida personal. Avanzamos; ¿qué pensaban los criados del padre cuando vieron aparecer al “elemento” y al padre perdonándoles? ¡Vete tú a saber…! Un último personaje en la parábola: Tú.

3.    Pero Jesús pone  delante de los ojos al Padre. Bueno, compasivo, misericordioso; dolido sí, pero con amor. ¿Acaso no tenía sentimientos?  No lo buscó , le dejó -con dolor – que fuera libre su hijo… sabiendo que era un tarambana… como tú, como yo. ¡No debía dejarle irse…!

4.    Tuvo que venir una experiencia mala , (que el mismo chico se buscó o encontró, aunque no era esa su perspectiva) para que recapacitara. ¿Motivaciones egoístas, decimos nosotros? Vale. Nosotros pensamos que este chico no tenía amor a su padre. Nosotros no le hubiéramos aceptado esa vuelta, le hubiéramos puesto condiciones y, por supuesto, un periodo de reflexión. Nada de eso. Necesidad pura… nítida, no sincera.

5.    Y sin embargo, a Dios le basta: ¡has vuelto, hijo mío!

6.    Así es Dios. Padre bueno. Lo dice Jesús

7.    Y ahora acabamos diciendo: merece la pena volver. Y agradecidos. Y por tanto, comprometidos. El Papa Francisco dice: “no hay santo sin pasado ni pecador sin futuro”.

8.    Así es Dios, Carga con los pecados del mundo, los sufre… y acoge a los humildes que vuelven. Padre bueno. Hijo arrepentido.

9.    Esta parábola me toca mi inteligencia, mi corazón y mi voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario