"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta. S.J.
Las comidas eran una ocasión para honrar a amigos, hacer alianzas y mostrar ante la opinión pública que se disponía de recursos. Al ser invitados por un hombre rico, quedaba en el aire la sospecha de algún interés escondido detrás de la comida y los perfumes. Jesús amplía el horizonte y el corazón de quien lo invita. Los pobres y discapacitados, que en ese tiempo no podían ganarse la vida, también son respetables y están llenos de dignidad. Si los invita, la gratuidad evangélica entrará en el corazón del anfitrión y en el tejido social. La enseñanza de Jesús confiere otra calidad humana a la vida.
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