"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta. S.J.
El profeta Daniel vislumbra la imagen de un rey con figura humana que al final de los tiempos reinará en todo pueblo, sin exclusión ninguna de naciones ni de personas, y que durará para siempre. El Apocalipsis nos confirma que ese rey es Jesús de Nazaret, el Hijo encarnado del Padre, que nos mostró el rostro de Dios con un amor tan grande para todos que no rehuyó la cruz, cuando los dirigentes judíos lo crucificaron por considerarlo blasfemo al hacernos visible un Dios tan misericordioso.
Hemos visto muchas imágenes de Jesús como rey, que no reflejan su verdad. Él no gobierna con cetro de poder y de oro, sino con la oferta de una vida nueva; no importa leyes férreas, sino que se acerca a las personas para hablares al corazón, y nos muestra que Dios es todopoderoso por el amor, porque al final será lo que prevalezca sobre ejércitos, fronteras y exclusiones. Mientras tanto, ese dinamismo de vida definitiva que Jesús empezó ya se extiende por las venas de la historia, avanza donde un corazón se compadece, acoge a un marginado y se compromete con esperanza por el futuro justo del mundo que Dios ama sin medida.
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