"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
Jesús con el corazón estremecido, se cruzaba cada día con los pobres campesinos sin tierra que esperaban en la plaza para ser contratados y trabajar en cosechas ajenas. Así se ganaban el pan de cada día. A los contratados al final del día, el dueño de la viña les da el salario de un día como a los primeros. Todos necesitan lo mismo. La espera incierta y amenazante de los últimos en la plaza es más dolorosa que el trabajo de los primeros, que ya esperan un salario seguro. Esperar en la plaza también es estar disponible para ser llamados en cualquier hora.
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