"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
¿Qué es más fácil, perdonar pecados o liberar de una parálisis? Según la sinagoga, el pecado solo se podía perdonar en el templo con sacrificio de animales, a través de la sangre y del fuego. El perdón se acerca en Jesús a las personas donde están y como son. La culpa puede paralizar a una persona desde su interior. Las ofensas pueden doler como una herida incurable en las entrañas. Jesús perdona sin rituales especiales, con encuentros de profunda humanidad. Como Jesús, acercamos a los espacios y los encuentros de cada día el perdón regalado y acogido para que lo paralizado se sane y camine.
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