Evangelio: San Marcos 14, 12a. 22-25. El primer día de los ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, mientras comían, Jesús tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se los dio diciendo: "Tomad, esto es mi cuerpo"... Jueves, 23 - Mayo - 2024

"Ventana abierta"

Comentarios breves de D. José Cobo Cano, Obispo auxiliar de Madrid

La ofrenda en la que estamos todos

El sacerdocio de Jesús es nuevo y se renueva en su Iglesia. Él se presentó como "uno de tantos", un trabajador, un predicador que atravesó la entraña de su tierra con la obediencia al Padre como norte que le conducía. Por eso, cuando llega la cena de despedida nos desentraña cómo ejerce y ejercerá el sacerdocio: se rompe y se parte para que todos tengan vida y puedan alimentarse de su entrega. De rodillas, lavando, y en la mesa partiéndose bajo la sombra que se  ceñía de la cruz. Él mismo se da y se quiere quedar siempre entre nosotros de esa forma: ofreciéndose y,  al mismo tiempo, acogiendo nuestras pobres ofrendas para elevarlas al Padre entre la suya. Ahora es nuestro momento. Como Pueblo sacerdotal, somos los encargados de desplegar juntos este sacerdocio sacramental, con el estilo de Cristo que no es otro que la ofrenda total de vida para que otros se alimenten. ¿Por quién nos ofrecemos ahora?