Evangelio: San Lucas, 16, 19-31. En aquel tiempo, dijo Jesús a losfariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico... 2ª. Semana de Cuaresma. Jueves, 29 - Febrero - 2024

"Ventana abierta"

Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.

Esta parábola tan dura refleja la realidad de todos los tiempos. Algunos se hacían muy ricos abusando de pescadores y campesinos. Vivían con todo lujo. El número de pobres crecía, arruinados por impuestos abusivos y préstamos impagables. Se abría un abismo social que se profundizaba cada día. El rico, que no tiene nombre propio, como si la riqueza se hubiese apoderado de su identidad, entra y sale de su casa pero no tiene ojos para ver a Lázaro. Los perros son más compasivos. Tenemos que convertirnos para luchar al lado de Jesús y de los pobres para que la justicia del Reino abra nuestros ojos, corazones, cuentas y estructuras que cierran los abismos.