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miércoles, 27 de diciembre de 2023

Homilía: "Principio y fundamento de la vida cristiana". Miércoles, 27 - Diciembre - 2023

"Ventana abierta"

P. Leonardo Molina García. S.J.
Principio y fundamento de la vida cristiana
Ciclo B

“Al principio ya existía la Palabra y la Palabra se dirigía a Dios, y la Palabra era Dios. Ésta al principio se dirigía a Dios.

Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella había vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.

Hubo un hombre enviado por Dios, llamado Juan, que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino un testigo de la luz. La luz verdadera que ilumina a todo hombre estaba viniendo al mundo.

En el mundo estaba, el mundo existió por ella, y el mundo no la reconoció. Vino a los suyos, y los suyos no la acogieron.

Pero a los que la acogieron, a los que creen en ella, los hizo capaces de ser hijos de Dios: estos no han nacido de la sangre ni del deseo de la carne, ni del deseo del varón, sino de Dios.

La Palabra se hizo hombre y acampó entre nosotros. Y nosotros contemplamos su gloria, gloria como de Hijo único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad…de su plenitud hemos recibido todos: una lealtad que responda a su lealtad… Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, Dios, que estaba al lado del Padre, lo ha explicado.

Meditación ante el pesebre

En este minúsculo rincón, objeto de artistas, y embeleso  de los pequeños, se condensa todo lo que dice el cristianismo. El evangelista así lo vio y lo transmite al lector, a ti que lees este humilde papelillo.

¿Cómo es posible? Tan sencillo, tan sin derechos, tan retirado de los centros de poder (Roma, Egipto, Mesopotamia…) incluso de la fascinación de los centros religiosos de su tiempo (Jerusalén, Olimpo, el gran Egipto, las religiones milenarias orientales…) ¿Cómo es posible que este impalpable granito de mostaza, esta levadura casera, ese candil tan rústico, diera tantos arbustos, en tantas partes y fuera tan influenter? Inexplicable. Pero ahí sigue.

Cuando te acerques al Nacimiento de tu iglesia, de tu comunidad (no importa cuál ni dónde sea) mira y contempla. Despacio. Mira dentro de la cueva y pasa la mirada a tu corazón. Entra. Sal.

Ahí vas a encontrar en tu vida: luz y vida

Sabiduría, saber, guía para ir orientados en los avatares de la vida. No caminar “esnortaos”, “despistaos”, vagabundeando… sin rumbo.

Sabiduría como sabor. La vida bien me sabe, gusta caminar por ella a pesar de los escollos.

Saber y sabor. Sin saber, dejamos de ser personas. Y sin sabor, tampoco conseguimos llenar la aventura.

Y eso encontramos en la cueva de Jesús.

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