Evangelio: San Marcos 4, 35-41. Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla". Dejando a la gente se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua... 3ª. Semana del T.O. Sábado, 27 - Enero - 2024

"Ventana abierta"

Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.

Jesús ha dicho a sus discípulos que el Reino crece hasta la cosecha. También cuando es de noche. Ahora les propone atravesar el lago hasta la otra orilla, en territorio pagano. Para los judíos, el mar era la morada de los malos espíritus más irreductibles, que ahora se levantan en una tormenta que amenaza con tragarse todo. Los discípulos despiertan a Jesús. No les reprocha que sientan miedo, sino que no tengan fe suficiente. Con su palabra devuelve la calma al mar y a los discípulos, que se preguntan quién era ese hombre. Es el servidor del Reino que reconcilia toda la creación.