Evangelio: San Lucas 2, 36-40. En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche... Sábado, 30 - Diciembre - 2023

   "Ventana abierta"

Comentarios breves de Darío Mollá, S.J.

"El niño iba creciendo"... Nos cuesta entender y aceptar este modo de hacer las cosas que es la encarnación: Dios se somete a los procesos y a los tiempos humanos. Él, que podría saltárselos. Como tantas veces nos gustaría a nosotros: saltarnos tiempos y procesos, acelerar, no "perder tiempo" en crecer, fortalecerse, aprender... Sin embargo, eso es imposible, y Dios se hace humano con todas las consecuencias, con toda seriedad: Dios no "juega" a hacerse hombre. Precisamente por ello y de esta manera nos salva: es una lección para aceptar nuestros procesos personales y para no forzar los procesos de las personas que acompañamos.