"Ventana abierta"
ÁNGELUS
VIDA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA MADRE DE DIOS
Biblioteca virtual miguel de Cervantes
MUERTE DE JOAQUÍN. -MUERTE DE ANA. -ENTIERROS ENTRE LOS JUDÍOS. -ORFANDAD DE MARÍA. -EL CASAMIENTO ENTRE LOS JUDÍOS. -CASAMIENTO DE MARÍA Y EL PATRIARCA SAN JOSÉ. -EDAD DE AMBOS ESPOSOS.
V
Si nos fijamos en los hechos de la historia de la huérfana María, vienen en cierta manera a comprobar los hechos. A poco de quedar huérfana María, trataron los Sacerdotes de casarla con uno de sus próximos parientes de la misma tribu. Al efecto copiaremos lo que dice el abate Orsini, en su Vida de María, en la que brilla por su poético estilo, que hace tan agradable la lectura de dicha obra:
Sea que Joaquín en su lecho de muerte hubiese puesto a la Virgen bajo la protección especial del Sacerdocio, o sea que los magistrados que cuidaban de amparar a los huérfanos le hubiesen nombrado tutores de entre la poderosa familia de Arón, a la que Ella pertenecía por parte de madre, o bien sea que la tutela de los niños dedicados al servicio del Templo correspondiese de derecho a los Levitas, parece cierto que después de la muerte de los piadosos autores de sus días, María tuvo tutores del linaje sacerdotal. Si nos fuera permitido aventurar una conjetura, diríamos ser verosímil que los cuidados de esa tutela fueron confiados especialmente al piadoso marido de Santa Isabel, cuya alta reputación de virtud y su título de cercano pariente, parecía indicarle para este cargo protector.
Del parentesco de la Virgen con Santa Isabel, han querido deducir algunos escritores enemigos del cristianismo, como Celso, Porfirio, Fausto y en general los judíos y los racionalistas, que María era de la tribu de Leví y no descendiente de la de David, y por tanto que tampoco lo era Jesucristo, según la carne; pero los católicos combatimos este error, fundados en las palabras de San Mateo, quien afirma la descendencia de Jesús de la raíz de Jessé y David, según la carne. Pero esta duda de los anticatólicos no tiene fundamento, y se desvanece con poco esfuerzo. No es cierto que todas las jóvenes tuvieran obligación de casarse con personas de su familia y tribu, sino solamente las huérfanas herederas de los bienes paternos. Tenía, por tanto, obligación la Virgen María de casarse con persona de la tribu de Judá y de la familia de David, de la cual descendía por parte de San Joaquín; pero no teniendo éste obligación de casarse con mujer de su familia, se había desposado con Santa Ana, que era de familia levítica y sacerdotal.
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