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miércoles, 21 de junio de 2023

Ángelus. "LA DEBILIDAD DE DIOS". Cap. 26º. Tercer Milenio de la Mano de María. Miércoles, 21 - Junio - 2023

  "Ventana abierta"

ÁNGELUS

LA DEBILIDAD DE DIOS 

P. Santiago Martín 
Franciscanos de María

Buenos días amig@

La vez anterior les hablaba a ustedes de la humildad de Dios, meditando acerca del hecho de donde fue precisamente Jesús a nacer, en aquella cueva de ganado de Belén.
Y hoy me gustaría seguir con este mismo tema y hablarles de otro aspecto que está siempre relacionado con lo mismo. Me refiero a un aspecto que podríamos titular como "La debilidad de Dios".
Pero, ¿se puede hablar de Dios y de debilidad?
¿Acaso no es Dios "El Todopoderoso, el Omnipotente, Aquel que ha creado todo lo que existe y sin el Cual nada de lo que existe seguiría existiendo"?
Sin embargo cuando uno contempla la escena de Belén, realmente aquel cuadro del pequeño Jesús en una cueva de ganado, sostenido en los brazos de su Madre y protegido sólo por el ejército que representaba San José.
 Cuando uno contempla aquello no queda más remedio que decir: 
"Si Jesucristo es Dios, realmente Dios se ha hecho débil".
Y habría que preguntarse: 
¿Por qué de esta debilidad de Dios? ¿Por qué?
Naturalmente hay una primera respuesta ante esta pregunta.
Dios se hace débil para estar cerca de los que son, de los que somos débiles.
¿Cómo podrían sentir próximo, vecino, igual a Dios aquellos que están enfermos por ejemplo, los ancianos, los que tienen tantos problemas en la vida, esos que Juan Pablo II denominó "los heridos de la vida".
¿Cómo podrían sentirle un igual, un próximo, si no fuera porque al verle en Belén, o más tarde al verle en la cruz se dan cuenta de que en el fondo no hay mucha diferencia entre ambos?
Pero hay algo más, hay una lección todavía más en este espejo de debilidad que es el Niño Jesús en Belén. Me refiero a aquello que el escritor francés escribe y expresa cuando publica su libro, quizá el más famoso de los que escribió: "El Principito".
Y es que si solamente nos acercamos a Dios para recibir, en el fondo no tenemos una auténtica relación. Una relación verdadera, una relación de amistad, tiene que ser de recibir, pero también de dar. Los amigos no sólo reciben, los amigos disfrutan también de dar.
El Señor se ha hecho débil para que nosotros podamos hacer algo por Él, para que nosotros podamos ser fuertes ante Él.
Necesitamos al Dios fuerte y lo necesitamos porque somos débiles, y necesitamos que alguien nos ayude en tantos momentos, pero también necesitamos dar algo, aunque sea poco, aunque sea una insignificancia, necesitamos dar algo. Y realmente el Niño Jesús en Belén es el Dios débil que nos necesita del todo.

Estoy intentado ofrecerles algo con lo cual ustedes puedan acercarse a Dios, acercarse al misterio del amor de Dios, y acercarse también a ese ejemplo de amor que es la vida de la Virgen María.
Les aconsejo de verdad que se formen, que se preocupen por adquirir ingredientes intelectuales y espirituales con los que enriquecer y fomentar todo lo que Dios ha querido poner en su propio corazón y María no cabe duda está tan cercana a nosotros que conocerle a Ella es acercarse inmediatamente a Dios nuestro Señor.
Por lo tanto repito lo que les he dicho antes: "El Dios débil es el Dios que nos necesita, el Dios débil que se nos muestra en los brazos de una Mujer, en los brazos de María. Ella nos ofrece el regalo del amor de Dios.

Feliz día para todos.

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