"Ventana abierta"
YA NO ESTABA SOLO, TÚ IBAS CONMIGO
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Buenos días amig@
Hoy, amigo, por ser el primer día del mes de marzo, me vas a perdonar pero prefiero acompañarte por lo menos durante unos minutos, haciendo silencio.
Solo quiero escucharte, mejor dicho, escucharnos en el silencio.
Escuchar nuestros pasos, nuestro respirar...
Observar la naturaleza, la suave brisa que hace que las hojas se muevan y las ramas se saluden...
Seguimos caminando.
Nos miramos. Sonreímos.
¡Qué bonito es el lenguaje silencioso!
Luego empezamos a dialogar.
- ¿Adónde vas? O mejor dicho, de ¿Dónde vienes? Me preguntaste.
- De esta sociedad ruidosa, ajetreada, competitiva, interesada... te contesté.
Y voy buscando un lugar más silencioso donde pueda reflexionar y luego compartir mis proyectos e ilusiones.
- Pues algo parecido me sucede a mí, me contestaste.
Y seguimos caminando y charlando.
Cada vez se hacía más fácil y llevadero nuestro diálogo.
Nos comunicábamos nuestras cosas más personales, más íntimas.
Pero a un cierto punto nos tuvimos que separar porque el destino era diferente.
- ¡Hasta otro día!
Y nos dimos un fuerte abrazo.
Luego seguí caminando pero ya no estaba solo, tú ibas conmigo.
Ya todo cambió.
Yo seguí pensando y recordando cuanto me había dicho el amigo de camino.
También lo que yo había compartido con él.
Hasta otro encuentro, que sigamos juntos caminando... y luego todo era silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario