"Ventana abierta"
ÁNGELUS
LLORAR, UN HERMOSO PRIVILEGIO
No nos importe en ningún momento de nuestra vida llorar.
Se dijo:
"Llorar es un hermoso privilegio".
Lloremos pues, pero no usemos nuestro llanto para nada, ni para conmover, ni para cambiar un sentimiento adverso.
Lloremos si del fondo de nuestro corazón brotan las lágrimas, y vuelve a nuestro rostro la sonrisa cuando el dolor, la pena, la ausencia, o la amargura pasen.
Lloró Jesús por el amigo Lázaro muerto ya de tres días, y fueron sus lágrimas y su cariño causa de su resurrección.
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