"Ventana abierta"
LA SOLEDAD QUE HIERE
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Buenos días amig@:
Puedes estar solo sin volverte un misántropo* -odiar a los hombres o sentir aversión al trato humano-.
Puedes estar soltero y sentirte feliz y contento.
Puedes en cambio estar casado, rodeado de gente y sentirte solo.
La soledad es un mal moral que no se cura sencillamente poniendo a las personas unas al lado de otras.
Hoy más que nunca la gente se amontona angostamente, estrechamente en los edificios, en las casas de pisos y en lugares de vacaciones, es precisamente allí donde advierte la más fuerte y pavorosa soledad.
La soledad que hoy en día hiere a tanta gente, nace de un profundo vacío espiritual, de la incertidumbre y de la angustia.
Los mismos psiquiatras no pueden hacer gran cosa, entre otras razones, porque no todos tienen dinero para pagar sus servicios.
Existen remedios para aliviar el mal, no para curarlo, el médico no tiene poder sobre las causas profundas de la soledad moderna, esas son de naturaleza puramente espiritual.
Por tanto, el hombre debe curarse él solo el espíritu y el corazón, debe crear una seguridad que solo es posible en un clima de auténtico amor, pero cuanto más hayamos vendido nuestro corazón a cambio de cosas sin importancia, tanto más somos incapaces de ese amor.
Tenemos miedo al silencio, a la apertura a Dios, abrirnos a Dios, a la oración.
Buscamos soluciones en la oscuridad y tal vez también en la anestesia, en la falta de sensibilidad.
Ya no nos sentimos en casa en ningún lugar, en todas partes nos sentimos en peligro.
Tan solo el retorno a Dios, a ese Dios como un Padre que tiene nuestro nombre escrito, puede hacer milagros.
¡Un buen día para todos!
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