"Ventana abierta"
A veces caemos en la tentación de cuanto nos ofrece una sociedad de consumo, es decir, se da más importancia al control de la inflación, del equilibrio fiscal, el superávit económico, que a la misma persona.
Quien debería ser el centro de la existencia, se ha convertido en esclavo de sus dinámicas y progresos.
Ojalá que sepamos pasar de esas metas altas de la ciencia y la tecnología, a construir un mundo más humano, más dialogante, más interior.
Entre la oferta y la demanda, sepamos quedarnos con lo que se ve a simple vista, pero que a la larga no pasa.
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