"Ventana abierta"
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
P. Leonardo Molina García. S.J.
Regalos de Dios
El aliento de fuego
¿Quién no sueña en un día futuro, en el que ya no tenga miedo de hacer las
cosas proyectadas por tanto tiempo, simplemente porque le faltaba valor y
coraje para emprenderlas? ¿Quién no espera tener más entusiasmo para realizar
con alegría las tareas de cada día, para arriesgarse a amar más profundamente a
Dios y a los hermanos, sin condiciones ni vacilaciones? ¿Quién no desea estar
mucho más inspirado y ser mucho más dinámico y creativo en la vida? Hoy es el
día en que esto puede comenzar a suceder, porque hoy es Pentecostés, el día del
Espíritu, el día en que el viento celestial huracanado renueva nuestro amor, el
día en que el fuego divino nos trae alegría y libertad, el día del Espíritu
Santo. Que Jesús, el Señor, aliente su Espíritu sobre nosotros e inflame
nuestros corazones con su luz y con su vida.
Como una Tormenta
Nos resultan familiares los vientos huracanados, las tormentas y los huracanes, que sacuden casas y arrancan árboles de cuajo. Hoy celebramos la acción de otro viento misterioso, que unas veces se presenta violento y tempestuoso sin ser destructor, y otras veces se muestra suave y refrescante como dulce brisa reconfortante. Es el Espíritu, el aliento de Dios, el Espíritu Santo que irrumpe y sopla. ¿De dónde viene este Espíritu alentador? ¿A dónde va; y a dónde nos dirige? Es el Espíritu poderoso de Dios, tormenta divina de amor y valentía; Espíritu creativo, renovador, “inspirador”, que quiere realizar con nosotros un nuevo Pentecostés. --- Que ojalá hoy, en esta celebración eucarística, el Espíritu Santo de Dios traiga aire fresco a nuestros corazones, renueve nuestra fe y haga crecer visiblemente nuestro amor."



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