"Ventana abierta"
LA FIESTA
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
A veces caemos en la celebración de falsas fiestas, cuando en realidad lo que estamos haciendo es seguir el trabajo u otros trabajos adyacentes, es decir, que la fiesta se ha perdido y todo un folclore externo y con cierto olor de aire politizado y, por lo tanto empiezan a nacer los comentarios y llegan las divisiones; los efectos son totalmente negativos, pues en lugar de aglutinar a las personas, las aísla, efecto este totalmente opuesto a uno de los valores que tiene la fiesta y que es precisamente crear una común identidad en el grupo, en el barrio, en el pueblo o en la ciudad.
Quizá hoy y siempre, se da en la persona una fuerte necesidad de la alegría, de la fiesta, pero no debemos olvidar que lo esencial de la alegría queda lejos del alcance de toda mirada superficial, pues la verdadera alegría, el valor de la fiesta, es cuestión de convivencia, diálogo y compartir.
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