"Ventana abierta"
La Buena Semilla
(El malhechor crucificado) dijo a Jesús:
Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te
digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23: 42-43
Hoy (7)
Leer Lucas 23: 39-43
Jesús fue crucificado entre dos malhechores. Al
principio los dos lo insultaban (Mateo 27: 44). Luego uno de ellos cambió de actitud. Mientras todos, transeúntes y jefes
religiosos se burlaban de Jesús o lo desafiaban, este hombre condenado por la
sociedad, a punto de morir, defendió a Jesús. Dijo a su compañero: “Nosotros, a
la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros
hechos; mas este ningún mal hizo” (Lucas 23: 41). Aún más, le hizo esta sorprendente petición: “Acuérdate de mí cuando vengas en
tu reino”.
Una inscripción en la cruz, escrita por
Pilato (Juan 19: 19), indicaba el motivo de la crucifixión de Jesús: “Este es el Rey de los judíos”.
Así Pilato se burlaba de Jesús y, a la vez, del pueblo judío. Pero a este
escrito respondió la fe naciente del ladrón; comprendió que Jesús volvería y
reinaría.
Jesús le respondió mucho más allá de su
petición: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. No le aseguró una simple
atención en un futuro más o menos lejano, sino que le prometió: “Hoy, sin
tardanza, te introduciré en el cielo y estarás conmigo”. Jesús liberó al ladrón
arrepentido del poder destructor del mal y de la muerte, introduciéndolo en una
relación eterna con él.
¡Qué esperanza para nosotros, cristianos! La
muerte nos introduce en un “hoy” eterno, el de la presencia de Jesús. La cruz
pasó a ser el lugar simbólico donde el Salvador tiene un encuentro con los
pecadores, con los que no tienen esperanza. Por su obra consumada en la cruz
les da el verdadero perdón en la plena luz de la justicia divina.
(continuará el próximo sábado)
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