"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Dios… nos ha hablado por el Hijo.
Hebreos 1: 1-2
Por tanto, es necesario que con más diligencia
atendamos a las cosas que hemos oído.
Hebreos 2: 1
Mirad que no desechéis al que habla.
Hebreos 12: 25
Dios se dirige a cada uno de
nosotros
En un mundo donde se oyen tantas voces
discordantes y contradictorias, Dios también habla. Sus palabras están en la
Biblia, vocablo que significa “el libro”; no es solo un libro especial, sino
único, la Verdad, la Palabra de Dios.
Él es Dios, y la inteligencia humana no puede
elevarse hasta él mediante el razonamiento. Por lo tanto, para que el hombre
pudiera conocer a Dios, fue necesario que él mismo se revelara.
La naturaleza muestra a un Creador poderoso y
sabio. Nuestra conciencia habla de un Dios santo. Pero para conocer a un Dios
Salvador, un Dios que ama a su criatura y quiere su felicidad, era necesario
otro lenguaje, es decir, el de la Biblia. Este libro no es un conjunto de
reglas morales, ni un manual religioso reservado a personas instruidas o a un
clero. Es cierto que contiene capítulos más difíciles que otros, pero todo
lector de buena fe puede comprender su mensaje central. ¿Acaso Dios emplearía
un lenguaje oscuro para decir a su criatura lo que ella debería saber
necesariamente?
La Biblia es la revelación de ese Dios Salvador
al hombre pecador, es decir, a usted y a mí. ¡Experiméntelo! Abra la Biblia,
empezando por ejemplo por su segunda parte, el Nuevo Testamento. Verá qué
directo es su lenguaje, despiadado para lo que tratamos de esconder, pero
cuánto consuelo podemos hallar cuando tomamos humildemente nuestro lugar ante
Dios.
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