"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.
Es cierto que dentro
de nosotros mismos hay cosas oscuras, viven rencores, tristezas, desilusiones,
cansancios, egoísmos, vanidades, inclinaciones negativas que quieren
arrastrarnos. Hay una atracción de la concupiscencia que nunca nos abandona del
todo en esta vida.
Sin embargo, esa no es la única verdad. Porque dentro de
nosotros también está el Espíritu Santo con sus impulsos, y él es más fuerte
que las demás inclinaciones inconscientes que nos atraen. Si no fuera así,
seriamos monstruos, sería imposible la vida en sociedad, y la humanidad habría
desaparecido hace mucho.
Por eso, si queremos ser agradecidos con el Espíritu Santo,
tenemos que detenernos a reconocer, valorar y agradecer las inclinaciones
buenas que llevamos dentro.
Así, será posible que le permitamos a esa parte buena que
llevamos dentro, que cure a la parte negativa.
Que esos brotes de alegría que tenemos en el corazón, se
hagan fuertes, y acaricien la tristeza que nos amenaza, y la debiliten, y la
sanen.
Con el Espíritu Santo podemos lograr que esa parte enojada
que exige amor, se deje amar por esa otra parte que dentro de nosotros es capaz
de dar amor.
Porque el Espíritu Santo también quiere amarnos y sanarnos a través de nosotros mismos; es decir, a través de esas cosas buenas que él mismo suscita en nuestra intimidad y que nosotros podemos aceptar y desarrollar.
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