"Ventana abierta"
La Buena Semilla
En estos días… cada uno hacía lo que bien le
parecía.
Jueces 21: 25
Dios es Dios nuestro eternamente y para
siempre.
Salmo 48: 14
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a
mi camino.
Salmo 119: 105
¿Dónde encontrar el sentido de la
existencia?
“En un mundo en crisis y en el cual se pierden
las referencias, ¿dónde hallar el sentido de la existencia y del futuro? ¿Será
en una espiritualidad personal, en la felicidad, en los placeres inmediatos, en
el encuentro con el otro…? ¿El hombre no carece también de proyectos
unificadores y de valores compartidos?”.
Estas preguntas fueron propuestas como
introducción en una conferencia sobre un tema de actualidad, que no llegó a
nada en concreto.
¿Quién puede darnos una respuesta pertinente,
eficaz, sino Dios, quien nos creó y nos ama? Él dijo: “Yo sé los pensamientos
que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29: 11).
Él nos ofrece esta esperanza desde ahora, si
creemos en él. Es la vida eterna, es decir, el acceso para siempre a la
presencia de Dios, como hijos ante su Padre. Para darnos esa vida, Jesús tuvo
que venir a la tierra, sufrir y morir en la cruz. Pagó un inmenso precio para
liberar a cada uno de su estado de hombre pecador, alejado de Dios.
El creyente, consciente de su fragilidad y de
sus faltas, se deja formar y dirigir por Jesús, quien lo salvó y le abrió el
camino de la vida. Plenamente seguro de su futuro eterno, trata de agradar a
aquel con quien disfrutará la felicidad y la gloria en el cielo.
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que… nos hizo renacer para una esperanza viva” (1 Pedro 1: 3).
No hay comentarios:
Publicar un comentario