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miércoles, 27 de enero de 2021

RINCÓN PARA ORAR. TODO SALDRÁ A LA LUZ. Miércoles, 27 - Enero - 2021

  "Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR

SOR MATILDE

TODO SALDRÁ A LA LUZ


21 Les decía también: « ¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero?
22 Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto.
23 Quien tenga oídos para oír, que oiga. »
24 Les decía también: « Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces.
25 Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. » (Mc. 4,21-25)

“Yo soy la Luz del mundo”. “El que me sigue, no camina en tinieblas sino que tendrá la Luz de la vida”. Jesús ha venido al mundo como Luz y Él quiere que ante su presencia todo quede iluminado… Es verdad que Jesús estuvo 33 años como “luz bajo el celemín”. Pero estuvo “oculto” en Nazaret hasta el momento determinado por el Padre en sus inescrutables designios. Mas, al llegar “la plenitud de los tiempos”, Jesús rompió las tinieblas de la ignorancia y el pecado de los hombres y apareció en nuestra tierra, con su Palabra poderosa, e iluminó todos los escondrijos del corazón humano...

Porque si alumbró todo, lo primero que recibió su Luz del Amor fue la creación material, como nos cuenta el libro del Génesis: “En el principio… la tierra era oscuridad por encima del abismo… Y dijo Dios: “Haya luz” y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena y apartó Dios la luz de la oscuridad y llamó Dios a la luz “día” y a la oscuridad la llamo “noche”… Y después de estas cosas hizo Dios al hombre, hecho a imagen suya”…

Primero, es restaurada la creación material; después, la creación moral con la vuelta del hombre a su primitiva pureza… Cuando Jesús entró en el mundo dijo a su Padre-Dios: “Aquí estoy, ¡oh Dios! para hacer tu voluntad”. Y la voluntad de Dios es que todos los hombres se salven. A todos quiere dar su Vida y “la Vida era la Luz de los hombres y esta Luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no la acogió”… Es la Luz la que rompe la oscuridad, pero ésta no quiso acogerla y se ocultó de ella, en sus obras malas… El “hombre oscuro” se esconde, porque la luz le delata y huye de ella… Pero ante Dios, todo está patente a sus ojos: “¿A dónde escaparé de tu mirada?”. Pues si todo se va a descubrir ante Él, ¡qué religiosa y limpia ha de ser nuestra vida! … Y en esta mirada, que podrá sostenerse ante su Presencia, nuestras obras serán recogidas en su misericordia y “puestas a su derecha”, como fruto de Vida eterna… Mas, siempre será su gracia la que nos salve, porque la Luz para ser buenos depende sólo de Dios y no de nuestros esfuerzos y méritos… Pues si Dios nos mide con su Amor, ¡también nosotros hemos de medir la vida de nuestros hermanos, siempre con misericordia y bondad, como Dios hace con todos!…

¡Señor, que “tu Luz, nos haga ver la Luz!… ¡Que se disipen de nuestro corazón todas las oscuridades que lo cercan y lo penetran, porque queremos ser “lúcidos” en nuestro pensar y obrar y así ser “hijos de la Luz e hijos del día, pues no lo somos de las tinieblas”!…

Nuestra oración, cada día y cada instante, ha de ir por aquí, pues así lo quiere Dios: “¡Sed Luz en el Señor!”…

¡Dejémonos penetrar del Espíritu de la Luz que es el Espíritu Santo y “nuestra vida será alegría y júbilo”!… ¡Dios haga que nuestra oración sea escuchada, pues la hace su Espíritu Santo en nosotros!… ¡Que así sea!…

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