Reino de Dios. Domingo, 24 - Enero - 2021

 "Ventana abierta"

Reino de Dios

Leonardo Molina García S.J.

Ante el evangelio de hoy (Marcos 1,14-20)

Cuando Jesús sale a predicar ya abiertamente, comienza a vivir y contagiar a su mundo (nuestro mundo…) con estos principios:

1.       Es urgente, ya, ahora, para el que lo oiga, aceptar ese reino de Dios, el estilo de la sociedad que quiere implantar el mismo Dios Padre.

2.       Él lo va a personificar y por el Reino, (Mateo 16,24) se va a jugar la vida (vale la pena)

3.       Es un reto a sus discípulos, a los que se le acercan, a los inquietos que se preocupan de algo más allá de sus narices, a salir de la pasividad, la mediocridad y a despertar sus (nuestras) mejores conciencias y sentimientos (conversión)

Estilo:

1.       Humildes como la semilla que se entierra y no da fruto inmediato, como la sal que se disuelve en los alimentos, como la levadura que hace fermentar la masa. Candil.

2.       Renunciar ya a lo espectacular, a lo prodigioso, aparatoso, al éxito inmediato

3.       Pero creyendo (y confiando) en el poder de Dios, más fuerte que aún la muerte.

Contenido:

1.       Reino del amor (capaz de perdonar, capaz de ayudar efectivamente, capaz de solidarizarse con las penas, especialmente de los más débiles)

2.       Reino de los pobres de todo tipo

3.       Reino abierto a todo ser humano, cualquiera, sin distinciones, ni barreras

Exigencias:

1.       Exige esfuerzo: solo los esforzados (Lucas 13,24)  que pasan por la puerta estrecha (Mateo 13,14)

2.       Exige libertad frente a los miedos, las angustias, la pereza, frente a los propios instintos, caprichos, las modas, las manipulaciones, las mismas leyes (resistencia)

3.       Tomar la cruz, cada día (Mateo 16,24-28. Y Lucas 9,23-27)

Premios:

1.       Resumidos en las bienaventuranzas: felices, seremos ya felices, aunque todavía no sean definitivos, pero con seguridad lo serán.

2.       Ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis.

3.       Y la presencia del Espíritu Santo: nuestros nombres están inscrito en el Reino de Dios que os lleva escritos en la palma de su mano (Isaías 49,16).

Leonardo Molina S.J.