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sábado, 30 de enero de 2021

RINCÓN PARA ORAR. JESÚS ECHA UN DEMONIO DE UN HOMBRE. Sábado, 30 - Enero - 2021

  "Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR

SOR MATILDE

JESÚS ECHA UN DEMONIO DE UN HOMBRE

21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 « ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios. »
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: « Cállate y sal de él. »
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: « ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen. »
28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea. (Mc. 1, 21-28).

Jesús establece su morada en Cafarnaúm, junto al lago de Genesaret. Como era su costumbre, entró en la sinagoga para hacer la instrucción. Allí, todo el que tenía algo que enseñar sobre la Sagrada Escritura o la Ley, se ponía en pie, invitado por el jefe de la sinagoga. Y comenzaba a hablar. Esto se hacía el sábado, el día sagrado del Señor y consagrado a su alabanza e instrucción. Y todos, al oír a Jesús, “estaban admirados, porque hablaba con autoridad”, como que él mismo es el autor de la Ley y no su humilde intérprete y comentarista, como hacían los doctores fariseos…Y no acertaban a explicarse esta actitud, pues Jesús no había tenido maestro ni era escriba como ellos: ¡Parecía estar por encima de la Ley!…

Y quiso Dios que en la sinagoga estuviera un hombre poseído por Satanás. ¡El demonio también va a la sinagoga!… ¡No precisamente para orar a Dios, sino “como león rugiente, buscando a quien devorar”!... Cuando él sospecha que hay mucha gracia de Dios en “uno de sus santos”, no disimula su identidad y a través de un pobre, a quien ha invadido, dialoga con este “santo”… “¿Qué tenemos que ver contigo?” (A Jesús)… ¡Porque son legión y no sólo un demonio!… “¿Es que has venido a acabar con nosotros?”. Satanás sabe que, ante Dios, está derrotado… “¡Sé quién eres, el Santo de Dios!”. Y Jesús, mandándole: “¡Cállate y sal de él! “… Aunque el diablo le identifica como “hijo de Dios”, no puede saber con seguridad que es Dios mismo, en la Persona de Jesús y que Él es el Verbo de Dios… En la Sagrada Escritura se afirma: “Si hubieran sabido, (los demonios en posesión de los judíos, que le llevaron a la cruz), a quién crucificaban, nunca habrían crucificado al Señor de la Gloria”… ¿Cómo los demonios, que se saben derrotados por el poder de Dios, pueden atentar su Omnipotencia?... Esto es impensable en seres espirituales, pero malvados… Mas, también inteligentes, por ser espíritus puros…

Está claro, que Jesús ha venido a salvarnos, pero también a destronar al Diablo y sus huestes “que vagan por el mundo para la perdición de las almas”… Y antes de ser expulsado, grita y retuerce al hombre, manifestando así su despecho e ira ante su fracaso… Y todos los presentes quedaron espantados y se decían: “¡Hasta manda a los espíritus inmundos y le obedecen!”… Al Nombre y “a la presencia de Jesús, toda rodillase de doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es Señor, para Gloria de Dios-Padre!”

¿Cómo nos situamos nosotros ante esta página del Evangelio?… ¿Reconocemos la soberanía de Jesús en nuestras vidas y le damos el poder sobre nuestros cuerpos y nuestras almas?... ¿Vivimos en una presencia de Dios consciente y obediente?... ¿Decimos “sí” a sus designios sobre el mundo y sobre nosotros?… Muchas cosas de Dios las ignoramos y esto es bueno para nosotros, pues como criaturas suyas le alabamos por lo que sabemos de Dios y nos ha revelado Jesús… Y también por lo que no sabemos de Él, porque no ha querido manifestárnoslo. Por todo, Jesús es adorable y digno de nuestra acción de gracias y alabanza…

Y después de meditar este Evangelio, le damos gracias a Jesús porque en el Padre-Nuestro, nos dice que le pidamos al Padre: “Líbranos del Maligno”…

¡Que así sea, Señor Dios mío!…

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