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lunes, 26 de octubre de 2020

Reflexión: Las manos feas

 "Ventana abierta"

Las manos feas

- Mamá – dijo César, mirando la cara de su madre–, eres muy bonita y no hay en el mundo mamá más linda…, menos tus manos.

- No las mires, son tan feas – dijo la madre.

No puedo evitarlo… son manos enrojecidas y llenas de cicatrices. ¡Oh, si fueran lindas como tu cara!

El papá, que había escuchado, llamó a César y le dijo:

- Te contaré una historia.

Una noche, un niño dormía en su cuna. De pronto, las cortinas de la cuna se quedaron envueltas en llamas. La madre corrió y con sus delicadas manos apagó el fuego y salvó a la criatura. Pero sus manos sufrieron tremendas quemaduras y…

El niño no esperó el fin del relato. Corrió a arrodillarse junto a su madre y tomándole las manos cubiertas de cicatrices, las besó repetidas veces, diciendo:

- ¡Mamá tus manos son las más hermosas del mundo!

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