"Ventana abierta"
EL ASNO SALVAJE Y EL DOMÉSTICO
Fábulas animadas
Un asno salvaje, que buscaba alimento por
las lomas, divisó a otro doméstico, que comía a boca llena pero prisionero en
el potrero.
Entonces, aproximándose, le habló así:
— Colega, se te ve reluciente y alegre. Tienes
abundante comida y disfrutas regalada vida.
— Así es —repuso el doméstico—; de estar bien
alimentado no me quejo, pero me cuesta mucho ganarlo.
No bien acababa de hablar cuando apareció el
amo, látigo en mano, para llevarlo a la cabaña.
A poco reaparece el doméstico con una pesada
carga en el lomo y detrás suyo el arriero.
— Si ese es el precio de tu buena vida —dijo el
salvaje—, no tengo por qué envidiar tu suerte. Prefiero ser libre y no esclavo
por un poco de alfalfa.
MORALEJA
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