Hoy en día tenemos muchas oportunidades para
llegar a un encuentro con los demás. La amistad, los negocios, la celebración
de algún evento personal, familiar, social, deportivo… Son circunstancias que
nos invitan a un encuentro. A veces quedamos un tanto desilusionados en algún
determinado encuentro. No hemos valorado a los demás lo que de verdad se
merecen. Nos hemos quedado en unas categorías muy personales, tal vez egoístas.
Primero hay que conocerse, valorarse y
aceptarse para luego encontrarse con el otro e ir descubriendo juntos los
mutuos valores. Esto nos lleva a que nuestro encuentro, nuestro diálogo y
posible mutua ayuda, enriquezca ambas partes.
Hoy en día con las nuevas tecnologías tenemos
“infinidad “de posibilidades para que los encuentros nos enriquezcan a todos.
Pero la pobreza, los intereses, el dominio… siguen ahí, creando divisiones
entre las personas, entre los pueblos… Ojalá seamos más sensibles a todo cuanto
nos rodea.
Busquemos y orientemos todos los medios a
nuestro alcance para respetar más a las personas, ayudar a los marginados… y
juntos, crear un mundo más humano y más solidario. Así, nuestros encuentros y
proyectos adquieren nuevos valores más cercanos, más solidarios y más
competitivos. La indiferencia y la insensibilidad nos alejan de los demás. Hay
que superar las quejas e intentar llevar a cabo los proyectos aprobados.
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