"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
Beatriz Melguizo
EL PODER DE LA NARRATIVA
Fue un bonito encuentro; hacía tiempo que no la veía.
Me contó cómo vivía la enfermedad de su padre, cómo le
cuidaba, qué le preocupaba y cómo se sentía.
Yo la miraba atentamente, como mi padre me enseñó desde
pequeña que había que hacer cuando alguien te hablaba. Y según la escuchaba, me
trasladaba a su mundo y sentía que lo que me contaba me podía pasar a mí
también.
Experimenté al final que me había sentido interpelada
en muchas cosas que ella compartió conmigo. Fue un auténtico placer haberlo
experimentado.
Cada persona tiene una narrativa, que se cuenta a sí
misma y también la que cuenta a los demás. Éstas pueden ser reales o ficticias…
La narrativa que tenemos cada persona no deja a nadie
indiferente.
Narrativas que nos atrapan, ayudan a vivir a los demás,
elevan el ánimo… Siempre tienen el poder de evocar sensaciones.
¿Bajo qué narrativa vivimos?
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