"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
En este domingo de la
Santísima Trinidad la Iglesia se hace confesión de la gloria de Dios, adoración
y acción de gracias a la Trinidad Santa, a la que fuimos consagrados en nuestro
bautismo. A partir de esa fecha, formamos parte de la familia de Dios: somos
hijos del Padre, hermanos del Hijo y ungidos por el Espíritu. La Trinidad nos
abre sus puertas, nos introduce en su intimidad y hace que participemos de la
vida divina. La nuestra, en consecuencia, debe ser una vida “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”,
es decir en, con y para la Trinidad.
Para que tengamos siempre presente que esta debe ser
nuestra vocación profunda, en este día la Iglesia celebra la jornada “Pro orantibus”, dedicada especialmente a las monjas
contemplativas. Nuestra Archidiócesis posee treinta y cuatro monasterios de
clausura. En esta jornada damos gracias a Dios por este tesoro, torrente de
gracia y de energía sobrenatural para todos nosotros. Hoy tenemos muy presentes
en la oración a estas hermanas, que hacen de su vida una ofrenda a la Trinidad
y una plegaria constante por nosotros.
Ellas son testigos del amor más grande y de la vida en
Dios y para Dios, que todos estamos llamados a vivir y de la que gozaremos
definitivamente en el cielo. Con su testimonio nos están diciendo cuáles son
los valores permanentes en los que afincar nuestra vida, el primero, el
reconocimiento explícito del primado de Dios, constantemente alabado, servido y
amado con la mente, el alma y el corazón.
En estas semanas de confinamiento han disminuido
grandemente sus ingresos. Sugiero que les ayudemos para que ellas sigan
ayudándonos a todos con su plegaria.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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