"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
FALLECE EL SACERDOTE JESUITA
JESÚS ANDRADE ORTEGA
A los 75 años de edad
ha partido a la casa del Padre el sacerdote jesuita Jesús Andrade Ortega.
Nacido en Ceuta, el 28 de octubre de 1944, el padre Jesús era miembro del
Equipo Parroquial de Torreblanca y Capellán del Centro Penitenciario Sevilla 2
en Morón de la Frontera. Ingresó en la Compañía de Jesús en el año 1961, fue
ordenado en Málaga el 21 de agosto de 1975 e hizo los últimos votos en la
Asunción, Paraguay el 22 de abril de 1980.
Al respecto, la Delegación diocesana de Pastoral
Penitenciaria ha lamentado su fallecimiento y recordado su labor en beneficio
de los privados de libertad. “El cura gitano como le gustaba que le llamaran,
con sus melenas, su sonrisa
transparente, con sus camisas de mil colores estampados, con su forma de comunicarse tan espontánea, con la candidez de un niño, con la simpatía de un adolescente, se adentraba en la prisión y llenaba sus espacios de silencio y monotonía en un lugar de alegría y cordialidad”.
transparente, con sus camisas de mil colores estampados, con su forma de comunicarse tan espontánea, con la candidez de un niño, con la simpatía de un adolescente, se adentraba en la prisión y llenaba sus espacios de silencio y monotonía en un lugar de alegría y cordialidad”.
Pedro Fernández,
delegado de Pastoral Penitenciaria refiere que el padre Jesús o Jesule, como
cariñosamente se dirigían a él “era amigo de los pobres y excluidos, conectaba
muy bien con vuestros familiares, hacía de puente comunicador, fue una
excelente persona, un gran sacerdote jesuita y un gran amigo de los presos, los
pobres y marginados que se dio a sí mismo sin medida en servicio y bien de
todos.”.
“El P. Jesule ya está gozando del Reino de los
bienaventurados porque aquí en la tierra vivió las
palabras de Cristo: estuve preso y viniste a verme”.
palabras de Cristo: estuve preso y viniste a verme”.
La Archidiócesis de Sevilla, en oración por el eterno
descanso del alma de este presbítero, agradece la vocación sacerdotal y su
ardor pastoral hasta el final de su vida.
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