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domingo, 29 de marzo de 2020

Dominicas Lerma. Comentarios de la Palabra de Dios DOMINGO V CUARESMA CICLO A - LÁZARO - 29 - Marzo - 2020

"Ventana abierta"


Dominicas Lerma


Comentarios de la Palabra de Dios


DOMINGO V CUARESMA
CICLO A
- LÁZARO -


Ez. 37, 12-14
12 Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al suelo de Israel.
13 Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío.
14 Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahveh, lo digo y lo haga, oráculo de Yahveh. »

-   Pertenecen estos versículos a la profecía sobre los “huesos secos (v. 1-14) y podemos situar esta visión en Babilonia, en medio de los deportados desalentados. Como en (Os. 6, 2; 13, 14) e (Is. 26, 19), Dios anuncia aquí la restauración mesiánica de Israel después de los sufrimientos del Destierro (Ap. 20, 4). Pero con estos símbolos llevaba los espíritus hacia la idea de una resurrección individual de la carne (Jb. 19, 25) que está afirmada en (Dn. 12, 2) (II Mac. 7, 9-14; 23-26; 12, 43-46) (Mt. 22, 29-32) (I Co 15).

-   Esta profecía tiene cabal cumplimiento en la era mesiánica, cuando Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo, resucita a la hija de Jairo, al hijo de la viuda de Naim y sobre todo a Lázaro que llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Con Cristo se ve la gloria de Dios en todo su esplendor, por eso es la plenitud de los tiempos, del que esta profecía es tan solo un atisbo y preanuncio. La Palabra de Dios anunciada primero por los profetas se ha cumplido totalmente en el Hijo Amado que a sí mismo, por su poder, se resucitó después de tres días de yacer en el sepulcro.

Rm. 8, 8-11
8 así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece;
10 mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.

(v. 8)         -   Las posibilidades del hombre desde su propio ser han sido superadas por el Espíritu, pues ¿qué es el hombre?: “carne es la existencia del hombre en la tierra y en el presente en contraste con su destino eterno de obtener la vida. Es necesario dejarse conducir por el Espíritu para dejar de ser “hombre carnal. Las solicitaciones del Espíritu han de regir toda nuestra vida terrena. El hombre que trabaja para sí mismo, comete el pecado, porque no deja que Dios se cuide de él y por tanto no espera la salvación sino de sí mismo, pues confía en sí mismo y su bien es procurarse la vida, pero así lo único que encuentra es la muerte y desde la perspectiva de Dios su existencia es una “enemistad divina y no agradan a Dios. Sólo la vida regida por el Espíritu es la vida posible del cristiano.

(v. 9-11)    -   Habla Pablo directamente a los cristianos que tienen el “Espíritu de Dios, el “Espíritu de Cristo. Lo decisivo es experimentar el Espíritu como una realidad que define el presente de nuestra vida, tanto en la vida de cada uno como en la comunidad de los creyentes. Es el mismo Espíritu el dado a los creyentes y a la Iglesia desde el principio. Este Espíritu afecta al hombre entero y a su realidad. “Cuerpo y “espíritu indican aquí la totalidad del hombre. Por el Espíritu está muerto para el pecado y otorga la vida y esta vida significa la resurrección. Es la misma vida de Cristo, la vida del creyente que ha resucitado de entre los muertos y que es ya el anticipo de nuestra resurrección gracias al Espíritu que habita en nosotros.

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