"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
VIERNES DE LA TERCERA SEMANA DE
PASCUA
Celebramos hoy la
memoria litúrgica de san José Artesano, establecida por Pío XII como fiesta
cristiana del trabajo. No buscaba con ello el Papa solapar o sustituir la
fiesta civil, que en la mayor parte de los países venía celebrándose desde
principios del siglo XX, con un sentido reivindicativo y de homenaje a los
llamados mártires
de Chicago, aquellos sindicalistas ajusticiados en Estados Unidos
en 1886 por haber participado en unas jornadas de lucha por la consecución de
la jornada laboral de ocho horas.
La Iglesia sí buscaba dar un marchamo cristiano a esta
fiesta, ofreciendo a los trabajadores como modelo de vida la figura de un
trabajador sencillo y ejemplar, san José, el esposo de la Virgen María y padre
legal de Jesús, con el que se ejercitó en el trabajo manual de un taller
artesano de pueblo. De él y de su madre María aprendió Jesús las virtudes
domésticas de la laboriosidad, de la comunión familiar, la preocupación de unos
por otros, el sentido de la Providencia divina, la honradez y austeridad, el
amor al silencio, la religiosidad, la obediencia y el servicio a los demás.
Son muchos los problemas que afectan hoy al mundo del
trabajo. Pedimos al Señor por intercesión de san José que cese la pandemia del
paro, los contratos temporales y los trabajos inhumanos y degradantes.
Pedimos, sobre todo que sepamos ofrecer nuestros trabajos al Señor,
asociándonos, como nos dice el Vaticano II, a la obra redentora de Cristo. De
esta forma, damos gloria a Dios, nos santificamos y nuestro trabajo se convierte
en un torrente de energía para nosotros, para los demás y para la Iglesia.
Ofrecemos al Señor nuestro trabajo para que se apiade
de nosotros y nos libere de la epidemia terrible que estamos padeciendo.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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