"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
VIERNES SANTO
Uno de los momentos
más significativos de la severa liturgia del Viernes Santo será en esta tarde
la veneración de la Santa Cruz de nuestro Señor Jesucristo. En este Viernes
Santo peculiar, en el que no podremos participar en la acción litúrgica en las
iglesias, invito a todos los que puedan participar a través de la televisión, a
contemplar con infinita piedad la imagen del Crucificado, agradeciéndole su
generosidad sobrehumana, la grandeza infinita de su alma y la majestad con que
nos redime, sólo propia de Dios.
Contemplémoslo con dolor de
corazón, arrepentidos de nuestros pecados, que son la causa última de la muerte
redentora de Cristo. Contemplémoslo con sentimientos de conversión. Pidámosle
que nos haga descubrir el misterio de amor que encierra su cruz redentora, la
mayor riqueza de nuestra vida, el único camino que nos lleva a la libertad, la
paz y la felicidad.
A los pies del Cristo que
reina desde el árbol de la Cruz y que a todos nos atrae hacia Él, entreguémosle
nuestra vida, para que Él la convierta y oriente, para que en ella instaure su
soberanía y sea realmente nuestro único Señor. A los pies de Cristo, rey
soberano que entrega por nosotros hasta la última gota de su sangre,
respondamos con un seguimiento radical y gozoso, al que Él nos alienta con la
fuerza de la gracia que brota de su Pasión. Ante el Cristo Redentor y su Madre
bendita, pongamos en este Viernes Santo nuestras cruces, dolores y sufrimientos
para que ellos los transformen en fuente de santidad para nosotros, en torrente
de energía sobrenatural para nuestros hermanos y en manantial de vida y de
salud para las víctimas de la pandemia que nos aflige.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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