"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
DOMINGO IN ALBIS
Queridos hermanos y
hermanas:
Celebramos el Domingo de la Divina Misericordia,
instituido por el Papa Juan Pablo II y que tienen como punto de partida
las revelaciones del Señor a santa Faustina Kovalska 1931. Celebramos la
caridad y el amor de Dios, rico en misericordia, que tiene su expresión más
alta en el sacramento de la penitencia, que Jesús instituye en su aparición a
los apóstoles reunidos en el cenáculo cuando les dice: Recibid el Espíritu santo. A quienes perdonareis los pecados, les
serán perdonados y a quienes se los retuvierais, les serán retenidos.
Estas palabras del evangelio de este domingo nos aseguran que en la confesión
bien hecha se produce realmente el perdón de Dios, que nos acoge con
misericordia como el padre de la parábola del hijo pródigo.
Jesús con su palabra, con sus gestos y sus signos
revela la misericordia de Dios. Su persona no es otra cosa sino amor, un amor
que se dona y ofrece gratuitamente. Su rostro rezuma piedad, misericordia y
amor. Los milagros que realiza tienen el sello de la misericordia hacia los
pecadores, los pobres, y los enfermos. En Él todo es misericordia.
Los hijos de la Iglesia debemos caminar por la vía de
la misericordia, de la entrega y el servicio humilde, haciéndonos siervos y
servidores de los hermanos, saliendo a las periferias existenciales, a las
situaciones de precariedad y sufrimiento, de las que son víctimas aquellos
hombres y mujeres que no tienen voz porque ha sido acallada por el egoísmo de
sus semejantes. En este contexto, todos nosotros estamos llamados a curar estas
heridas, a aliviarlas con el óleo del consuelo, a vendarlas con la misericordia
y a curarlas con la solidaridad fraterna, mucho más en los momentos dramáticos
que estamos viviendo.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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