"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
¿SABÍAS QUE...
... A DOMINGO LE METIERON POR FUERZA EN POLÍTICA?
Se ve que el tema de la política siempre ha sido un mar
revuelto, pero, para colmo, en la época de Domingo, te elegían a dedo, sin
elecciones ni trámites de ninguna clase. Que te apeteciese o no, era un detalle
totalmente irrelevante. Y, como te tocase, te tocaba. Y fin de la discusión.
Domingo llevaba aproximadamente 9 años como canónigo en
Osma. En estos tiempos, no habían faltado cambios en la diócesis: el bueno del
obispo Martín había partido a la Casa del Padre, y Diego de Acebes, prior del
cabildo, había sido elegido nuevo obispo.
Aquella primavera había llegado tan suave y apacible
como todos los años. Anchos cielos azules, jolgorio de pájaros en los
árboles... nada hacía sospechar que la tranquilidad estaba a punto de tocar a
su fin.
Con los primeros vientos cálidos del año, el rey de
Castilla, Alfonso VIII, comenzó una pequeña visita por sus tierras. Y una de
sus primeras paradas resultó ser la catedral de Osma.
El rey y el obispo Diego tenían bastante amistad. Pero
que nadie se equivoque: aquel descanso en el camino no era una parada amigable
para saludar a un antiguo colega. El rey calculaba cada uno de sus pasos...
Alfonso VIII traía entre manos un asunto de capital
importancia: quería concertar el matrimonio de su hijo con la princesa de Las
Marcas, y necesitaba un diplomático, un hombre sabio y prudente, que se
encargase de gestionarlo. Y su hombre era precisamente el obispo Diego.
El territorio de Las Marcas corresponde a nuestra actual
Dinamarca, que, como comprenderás, a caballo no pilla cerca precisamente... así
que Diego aceptó la misión, pero con la condición de llevar a Domingo como
ayudante y compañero de viaje. Y así es como nuestro Padre obtuvo el título de
diplomático. Sin opción a réplica.
¿Y cómo al rey se le metió entre ceja y ceja buscar una
novia para su hijo tan lejos? Bueno, sólo hay que considerar el magnífico auge
que tenían por aquel entonces las cruzadas, donde se juntaban italianos,
franceses, españoles, daneses... En fin, la versión medieval de nuestro
sofisticado Erasmus. Allí se conocían todos. Y Alfonso pensó que, emparentar
con el rey danés, era la mejor manera de afianzar las buenas relaciones
internacionales. Toda una inversión de futuro.
Cuando la noticia llegó a oídos de Domingo, tuvo que
pasarse un buen rato en la iglesia, con el Señor... para calmar los ánimos. Es
cierto que Domingo tenía un carácter tranquilo y conciliador, pero no olvidemos
que por sus venas corría sangre de caballero. Y el asunto era como para
encenderse: dejar la universidad y pasar de sacerdote a canónigo, bueno,
quedaba todo dentro del mismo “gremio”; pero pasar de canónigo a político, ¡eso
sí que no tenía ningún sentido! ¿Qué se le había perdido a él en Dinamarca? Y
encima, ¡de casamentero!
Sin embargo, cuando su ardiente espíritu castellano fue
serenándose, Domingo rindió sus armas una vez más ante el Sagrario, dispuesto a
cumplir la Voluntad del Señor manifestada en los acontecimientos. Esta
decisión... ¡sería un regalo para toda la Iglesia!
-¿Sabías que... aunque Sus planes se salgan de la lógica,
el Señor siempre busca tu bien?
Los caminos del Señor no son nuestros caminos, y a veces
podemos encontrarnos en situaciones que nos parecen incomprensibles. En esos
momentos de tormenta, nuestra mejor estrategia sólo puede ser seguir confiando
en el Señor.
O, como decía un sacerdote: “Yo no juzgo el amor del
Señor por lo que me ocurre, sino que juzgo lo que me ocurre desde el amor del
Señor”.
Sabiendo que el Señor te ama, ¡puedes dejarte guiar por
Él a la aventura!
Lo curioso es que, unos meses antes de la visita real,
Domingo había confesado a un amigo que sentía que la vida tranquila de Osma no
era su sitio. “Estoy convencido”, había dicho, “que sólo comenzaré a ser de
verdad miembro de Cristo, cuando ponga todo mi empeño en desgastarme para ganar
almas”.
No era precisamente el cambio que él había soñado. Pero
lo que no podía imaginar era que, ese extraño giro en la historia, era la forma
que tenía el Señor de responder a su oración y hacer realidad sus deseos...
VIVE DE CRISTO
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