"Ventana abierta"
¿ME DEVUELVES MIS MANITAS?
Una familia se había comprado un auto nuevo, O
km, hermoso, por donde se mire: el tapizado, el color… todo. El padre amaba ese
auto, su esfuerzo estaba ahí.
Un día salieron a pasear el Sr., la Sra. y su pequeño hijo de tan
sólo 3 años. Pasaron por una gasolinera, bajaron los señores y el niño se quedó
en el auto.
El pequeño encontró un marcador y como es de suponer empezó a
rallar todo el asiento.
Él estaba feliz haciendo dibujitos en la tapicería del coche con
un gran entusiasmo y amor, ya que los niños hacen sus cosas en esta condición.
Él seguía pintando y pintando.
Al subir los padres al coche y ver la atrocidad que había hecho su
hijo, le empezaron a pegar en sus manitas hasta que se cansaron.
El papá le dijo:
- Ya sabes que los marcadores son únicamente para
dibujar en papeles que nosotros te prestemos.
A ver si aprendes la lección…!!!
Pegándole otra vez y sacando su
furia, lo golpeaba con el llavero y las llaves del coche.
Al llegar a su casa vieron que el niño estaba en mal estado y
decidieron llevarlo al hospital.
Después de varias horas, sale el médico y les dice:
- Las cosas se
complicaron y tenemos que amputar las manitas… Si no lo hacemos enseguida corremos
el riesgo de una gangrena en los brazos.
No podían creer lo que estaban oyendo. Era imposible creer lo que
el médico les había anunciado…
Cuando el niño salió de cuidados intensivos los médicos dijeron a
sus papás que ya podían entrar a verlo.
Entrando el padre a la habitación envuelto en lágrimas… el niño le
dice:
- ¡Hola papi… ya aprendí la lección… no lo voy a hacer más papi…
Pero por favor devuélveme mis manitas!
El padre salió de aquella habitación y se suicidó…
¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas materiales al
grado de lastimar a nuestros seres queridos?
¡QUÉ GRAN ESTUPIDEZ, NO!
Los niños son difíciles de tratar. El gran problema es de nosotros
los padres por nuestra gran torpeza e impaciencia.
Recuerda, tú y yo alguna vez fuimos niños, también hicimos
travesuras en alguna ocasión. Yo no sé tú, pero yo no quisiera este tipo de
vida para mis hijos.
Muéstrales tu cariño, que se sientan importantes y
recuerda que los niños sólo dan lo que reciben.
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