"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
QUE, ANTES DE PEDIRLE PERDÓN A ESA PERSONA POR ESO QUE TANTO TE APRIETA, TE
PERMITAS MIRARTE CON LA MIRADA DE CRISTO
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
SUÉLTATE LOS CORDONES
Por la noche me despertaba un constante dolor en un dedo
del pie. Por la mañana no reparé a ver con calma qué había ocurrido. Como no me
suelen dar muchos problemas, poco sé de pies; sólo veía el dedo hinchado por la
parte de arriba.
Las monjas, sin verlo, denominaron lo que me ocurrió de
mil maneras: callos, sabañones por el frío... y miles de soluciones: mételos en
agua caliente, date crema...
Finalmente, se acercó a mí la Priora y vimos juntas el
pie, parando, observando... y claramente se veía cómo, el zapato que llevaba,
juntaba unos dedos con otros, llegando a deformarlos. ¿Qué hacía falta? ¡Soltar
los cordones un poco!, dejar a los dedos moverse a sus anchas.
A veces miro así las meteduras de pata, sobre todo de mi
pasado: momentos en los que debí amar más o de otra manera, momentos en los que
debí actuar de otro modo... Miro hacia esos momentos y aprieto más y más los
“cordones”; incluso he buscado reparar, pedir perdón a personas que he podido
herir en distintos momentos, y así voy recorriendo la lista, porque, cuanto más
conoces al Señor, más te gustaría haber vivido de otra manera contigo mismo y
con los demás.
Así, el otro día pensaba en una persona casi imposible
de localizar para escribirle unas líneas, y justo me ocurrió la anécdota que te
he contado. ¿Sólo me iba a perdonar si me perdonaba?
Ahí fue cuando el Señor me insinuaba al corazón: “¿Y tú?
¿Por qué no te comprendes? ¿Por qué no te perdonas? Quizá no tengas que buscar
tanto fuera, sino primero entenderte, comprenderte y disculparte”.
Sentí que me daba la mano, se agachaba conmigo, soltaba
los cordones que había ido atando cada vez más fuerte y me mostraba cómo había
apretado un dedo contra otro.
Jesús, cuando te da luz sobre tu pasado, no es para que
aprietes fuerte, es para que te dejes empapar por su Misericordia; que te
puedas acercar a ese niño, a ese adolescente, joven o adulto que duele dentro
de ti y le puedas abrazar porque le entiendes en la vulnerabilidad de ese
momento, en su desconocimiento... no tengas miedo a que Cristo suelte tus
cordones.
Hoy el reto del amor es que, antes de pedir perdón a esa
persona por eso que tanto te aprieta, te permitas mirarte con la mirada de
Cristo, comprenderte, perdonarte y abrazarte. Deja que tus dedos se muevan a
sus anchas y sin dolor.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram,com/noviciadodominicaslerma/
https://www.facebook.com/Noviciado-Dominicas-Lerma-244473686123476
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario