"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
¿SABÍAS QUE...
... LA FAMA ARRUINÓ LA CARRERA UNIVERSITARIA DE DOMINGO?
Si es que no se puede andar haciendo actos heroicos de
caridad y pretender que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha... Las
noticias corren como la pólvora, y pueden llegar a oídos de quien menos
imaginabas, como, por ejemplo, tu obispo... o, peor aún, tus padres.
De cómo se tomaron la noticia de la casi esclavitud de
su hijo los muy nobles y dignos señores de Guzmán, nada dicen los
historiadores, así que respetaremos la intimidad hogareña... pero a buen seguro
que fue de órdago.
Por otro lado, la reacción del obispo no se hizo
esperar. Y de esa sí que tenemos datos.
No sabemos la fecha de la ordenación sacerdotal de
Domingo, pero, si no era ya cura, poco le faltaba. Don Martín de Bazán (el
obispo) se sentía en la obligación de meter cartas en el asunto. Enterado del
comportamiento del joven, decidió investigarle: el tipo aquel, o era un loco
impulsivo... o era un santo. Había que averiguarlo.
En esos tiempos, no se investigaba sólo al susodicho,
sino que le pasaban revista a él y a toda su parentela. Afortunadamente, los
informes que recibió el obispo fueron excelentes: la buena fama de sus padres,
los tres hermanos encaminados hacia el sacerdocio, el testimonio de las gentes
de Palencia...
La conclusión que sacó don Martín fue más que evidente:
convenía tener a ese joven cerca. Inmediatamente le escribió una carta
pidiéndole que se reuniese con él en Osma, en la catedral, pues quería que
Domingo formase parte de un proyecto que tenía entre manos...
No sabemos cuánto conocía el joven Domingo respecto al
misterioso “proyecto”. Lo que tuvo claro fue que, aceptar la invitación,
suponía dejar atrás lo que hasta entonces había sido su vida: la parroquia, la
Universidad... Suponía abandonar aquello que tan feliz le había hecho todos
esos años, para lo que tanto se había preparado.
Era un gran cambio. Un salto al vacío. Esa noche, a la
luz de las estrellas y de una pequeña vela, permaneció de rodillas ante el
Señor, preguntándole qué debía hacer. Pero, cuando el sol del amanecer bañó en
luces doradas las calles de la ciudad, el caballero castellano que Domingo
llevaba en su interior, se puso en pie con la decisión firmemente tomada. Él
servía a Jesucristo, e iría allí adonde su Señor quisiera enviarle.
No tardó mucho en preparar su escaso equipaje. Tras
despedirse de los compañeros y estudiantes, de los amigos y pobres con los que
tanto había compartido, renunció a su cátedra de Sagrada Escritura y abandonó
la ciudad.
El que era ya conocido por todos como el “Maestro
Domingo”, abandonaba la Universidad... sin saber que, el título de Maestro, lo
conservaría para toda la Historia.
-¿SABÍAS QUE... POR LAS
CIRCUNSTANCIAS TAMBIÉN NOS HABLA EL SEÑOR?
Hay muchas cosas en nuestra vida que no elegimos, que no
buscamos, sino que nos vienen dadas. Ante ellas, tenemos siempre dos caminos:
rebelarnos, enfadarnos... o descubrir, en cada una, un proyecto del Señor.
Sabemos que Cristo no improvisa, ¡siempre tiene un plan!
Y, si crees esto, tu respuesta sólo puede ser la confianza, pues sabemos que
vamos en manos de Alguien que nos ama.
Sabemos bien que “Él nos amó primero”... y, allá donde
nos envíe (sea un lugar o unas circunstancias), Él va primero. En cada nuevo
paso de tu vida, ¡Él te espera!
VIVE DE CRISTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario