"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
ESTAR ATENTO
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
MÁS ALLÁ DE LOS DESEOS
El otro día caí en la cuenta de que hace siglos que no
vemos una naranja en el monasterio. No es que sea algo que me moleste (la fruta
y yo estamos en proceso de reconciliación), pero, bueno, por alguna extraña
razón, esa mañana... ¡amanecí con ganas de naranja!
No pude evitar comentarle al Señor lo mucho que me
gustaría comer esa fruta y, por un instante, hasta estuve cavilando las
posibilidades de conseguir una... pero se me pasó rápido. En cuanto comencé la
rutina de la mañana, la naranja quedó en el olvido.
Y, ese mismo día... pues no, no pasó nada. El recuerdo
de la naranja había rodado por completo de mi vida.
Al tercer día, mientras preparaba la cena, apareció la
procuradora. Resulta que había venido un amigo de la Comunidad y nos traía un
regalo de su huerta: ¡¡una caja llena de naranjas!!
De pronto, un montón de sentimientos encontrados. Por un
lado, alegría y gratitud, pero, por otro...
-¿Habéis probado las naranjas? -preguntó una hermana.
-Mañana -respondí resignada- Estamos de cocina, ¡vamos
fatal de tiempo! Como para entretenerse a pelarla...
-¡Ah, si ese es el problema, yo me encargo! -exclamó
alegremente.
Antes de que pudiese rechistar, ¡ya tenía la naranja
pelada en la cocina!
Como puedes imaginar, yo alucinaba a todo color: el
Señor no sólo me trajo una naranja... ¡es que me la trajo hasta pelada!
Me impresionó un montón ver lo detallista que es el
Señor. La naranja fue una petición mínima, que al instante dejé en el olvido,
¡pero Él se encargó de llegar más lejos de lo que podría haber imaginado!
Aquel episodio me hizo recordar la impresionante oración
que rezamos hace un par de Domingos en la Eucaristía:
“Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso
desbordas los méritos y deseos de los que te suplican; derrama sobre nosotros
tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos
concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir”.
Parece una oración demasiado “atrevida”... ¡pero es la
que nos entrega la Iglesia! Porque Ella sabe que Jesús tiene un corazón mucho
más grande y bueno de lo que podemos imaginar. ¡Sólo necesitamos ojos atentos
para verle actuar!
Hoy el reto del amor es estar atento. En tu oración, te
invito a pedirle al Señor una mirada vigilante, capaz de descubrir Su mano
cuidando de ti. Pídele ojos abiertos para descubrir hoy un regalo y... ¡para
ser tú también un regalo! Como esa hermana, que fue instrumento del Señor para
mí, ¡Cristo quiere usar tus manos para hacer llegar la naranja pelada a quien
tienes a tu lado! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram,com/noviciadodominicaslerma/
https://www.facebook.com/Noviciado-Dominicas-Lerma-244473686123476
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones
es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido
cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo
se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que
se publiquen sin ningún tipo de modificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario