Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Comulgamos el Cuerpo de Cristo, un Cuerpo que se formó en el seno purísimo de María, Arca de la nueva Alianza.
Hagamos la Comunión Espiritual todos, amigas y amigos seguidores de este blog, y con María proclamemos nosotros también la grandeza del Señor.
"Sí, mi alma también proclama tu grandeza, Señor, y lo hace por María, la llena de gracia, porque Tú miraste la pequeñez de la esclava, y tu Palabra se hizo en Ella, para con nosotros.
Tu misericordia llega hasta nosotros por siempre, y podemos contemplarla en el rostro de Cristo, el Hijo de maría.
Los pobres, los humildes, los hambrientos, los necesitados lo encuentran todo en Ti, Señor.
Los saciados, orgullosos y ricos, sienten la vaciedad en sus vidas.
Tu memoria, Señor, perdura por siempre, colmando de favores a tus siervos.
En María, en su Asunción en cuerpo y alma al Cielo, contemplamos la grandeza de tu amor con tus criaturas.
María, imagen de la Iglesia, que un día será glorificada, en Ella encontramos el consuelo y la esperanza.
Tú amasaste, María, en tus entrañas el mejor Pan, el Pan Vivo bajado del Cielo, danos de ese Pan de tus entrañas, el Pan amasado y cocido en tu seno, el Pan de Vida que nos alimenta y sacia nuestra hambre, tu Hijo Jesús".
Comulgamos el Cuerpo de Cristo, un Cuerpo que se formó en el seno purísimo de María, Arca de la nueva Alianza.
Hagamos la Comunión Espiritual todos, amigas y amigos seguidores de este blog, y con María proclamemos nosotros también la grandeza del Señor.
"Sí, mi alma también proclama tu grandeza, Señor, y lo hace por María, la llena de gracia, porque Tú miraste la pequeñez de la esclava, y tu Palabra se hizo en Ella, para con nosotros.
Tu misericordia llega hasta nosotros por siempre, y podemos contemplarla en el rostro de Cristo, el Hijo de maría.
Los pobres, los humildes, los hambrientos, los necesitados lo encuentran todo en Ti, Señor.
Los saciados, orgullosos y ricos, sienten la vaciedad en sus vidas.
Tu memoria, Señor, perdura por siempre, colmando de favores a tus siervos.
En María, en su Asunción en cuerpo y alma al Cielo, contemplamos la grandeza de tu amor con tus criaturas.
María, imagen de la Iglesia, que un día será glorificada, en Ella encontramos el consuelo y la esperanza.
Tú amasaste, María, en tus entrañas el mejor Pan, el Pan Vivo bajado del Cielo, danos de ese Pan de tus entrañas, el Pan amasado y cocido en tu seno, el Pan de Vida que nos alimenta y sacia nuestra hambre, tu Hijo Jesús".
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